El gato en la Anunciación 

Julio I. González Montañés

 ¿demonio o mascota? 

Gato y ratón

  Existen algunos casos, pocos a decir verdad, de Anunciaciones en las que además del gato aparece un ratón, en alguna ocasión en la boca del gato como en la miniatura francesa de 1544 conservada en el J. Paul Getty Museum. Su presencia en la escena suele interpretarse, siguiendo a Meyer Schapiro, como una alusión a las palabras de San Agustín sobre la Encarnación y la Pasión de Cristo en su Sermo CCLXIII. De ascensione Domini: "El diablo se regocijó cuando Cristo murió, pero por la misma muerte de Cristo el diablo resultó vencido, como si se hubiera comido el cebo de una ratonera. La cruz del Señor fue la ratonera del diablo, y  la muerte del Señor  el cebo con el que fue atrapado”.

  Sin embargo, ello no parece claro cuando el gato, atento a la presencia del ángel, se desentiende del ratón que se encuentra a su espalda (Anunciación de Jan de Beer en el Museo Thyssen), o en los casos en los que el gato tiene el ratón a su lado pero no hace ademán de atacarlo (paño de mesa flamenco del Victoria & Albert Museum). En estas Anunciaciones parece que a lo que se alude es a la paz mesiánica de Isaías 11: "Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará…".

 Por otra parte, en el caso del gato con un ratón en la boca no está claro que el gato sea el demonio, como afirman algunos, y de acuerdo con San Agustín debería de serlo el ratón. Gatos con un ratón entre los dientes aparecen frecuentemente en las marginalia de códices medievales y en los grabados desde finales del siglo XV. También los encontramos en representaciones plásticas del nacimiento de la Virgen o de su presentación en el templo, y generalmente se afirma en la historiografía que en esos casos el ratón es el diablo, neutralizado por el gato, o bien que se trata simplemente de un rasgo de domesticidad que enfatiza el intimismo y la atmósfera de confort hogareño en el que se desarrollan los acontecimientos representados. Con el mismo sentido hay quien ha interpretado a los gatos de las Anunciaciones con una significación positiva: el gato, como enemigo del ratón (simbólicamente asociado con el diablo), es un animal que derrota al diablo, del mismo modo que Cristo, encarnado, muerto y resucitado, también lo derrotará. Ese sería el caso del gato de la miniatura del Getty Museum o el de la Anunciación de la muerte de la Virgen de Andrea de Litio en la catedral de Atri (Teramo, Abruzos), el cual se encuentra frente a María apoyando sus patas delanteras en un cofrecillo pintado mientras se dispone a comerse un ratón que tiene atrapado entre sus garras y sujeto por el rabo con la boca.

Miniatura francesa del J. Paul Getty Museum 

Anunciación de Jan de Beer en el Museo Thyssen

Fresco de Atri Andrea de Litio

Paño flamenco del Victoria & Albert Museum